La profesión de Procurador de los Tribunales ya existía en Cáceres en el momento de la creación de la Real Audiencia de Extremadura en 1790. A raíz de la creación del Tribunal existieron en la ciudad dos clases de Procuradores según fuese su ámbito de actuación: Procuradores de Juzgado que actuaban ante el Juzgado de la Villa así como ante los Juzgados de Provincia y “Quartel”, y Procuradores de Audiencia, que actuaban ante la Real Audiencia de Extremadura. La existencia de dichas clases de Procuradores se prolongó al menos hasta la fundación del Colegio, bien avanzada la segunda mitad del siglo XIX.
La fecha exacta de fundación del Colegio seguimos sin conocerla. Pero podemos situarla con total certeza entre los años de 1851 y 1875, según se desprende de los datos consignados en el primer Libro de Actas del Colegio en el que figura la reunión inicial el 4 de Abril de 1879, celebrada en la casa del Decano D. Juan José Casati, y del Libro de Repartimiento de Causas y Pleitos de Pobres cuyo inicio se produce en 1875. Además existe un Libro donde se inscriben “los individuos que se incorporan al Colegio de Procuradores de Cáceres”, en el que figura como fecha de toma de posesión de D. Pedro Acedo y Bolaños el 20 de Febrero de 1851.
Del conjunto de datos recogidos en los libros citados se desprende como periodo más probable de fundación del Colegio el comprendido entre 1870 y 1875. Dicha fundación fue consecuencia de lo ordenado en la Ley Provisional de Organización del Poder Judicial de 1870 que mandaba se crearan Colegios de Procuradores en todas las capitales de provincia. Cumpliendo dicha Orden el secretario del Colegio procedió a inscribir en las actas a todos los colegiales, aunque su ingreso en la profesión hubiese sido anterior a la existencia del propio Colegio.
De lo anterior se deduce que son cerca de 140 años los que el Colegio viene prestando servicios a la sociedad de toda la provincia cacereña, contando en la actualidad con más de cien colegiados que desempeñan su callada y eficaz labor en todos los partidos judiciales de la provincia. En tiempos de cambios tan vertiginosos como los actuales, tales como informatización de la justicia y nueva planta de la oficina judicial, los procuradores están demostrando su adaptación a los mismos para seguir prestando el necesario servicio de colaboración con la justicia que los cacereños precisan. Por todo lo referido, cabe augurarle en el inmediato futuro la consolidación de la profesión así como el reconocimiento de su trabajo por la sociedad a la que va destinado.
Miguel Martín Jiménez de Muñana. Doctor en Derecho y Profesor de la Universidad de Extremadura.
(Procurador ejerciente en el Colegio desde 1992 a 2002)
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